Museo de El Carmen
Museo de El Carmen (antiguo convento de los Carmelitas Descalzos)
Antes de construir el primer Colegio de San Ángel mártir (sede del Museo de El Carmen), los Carmelitas fundaron conventos en Puebla, Morelia y Guadalajara. Con muchas dificultades y gracias a las donaciones que recibieron, pudieron empezar las edificaciones de este recinto en el antiguo barrio de San Jacinto Tenanitla (hoy San Ángel). Se designó a fray Andrés San Miguel, importante arquitecto, matemático e hidrólogo, las obras del edificio. La construcción refleja los ideales austeros carmelitas y originalmente contaba con su propia iglesia, campanario y huerta.
En 1585 llegaría a la Nueva España la orden de los Carmelitas, los cuales se dedicaron infatigablemente a la construcción de conventos y templos. D. Felipe de Guzmán les cedió la huerta de Chimalistac. Los terrenos que alguna vez estarían bajo el control de la orden dominica fueron rescatados por los Carmelitas en 1754 tras ser abandonados.
Cuenta una anécdota que durante la construcción del Convento los Carmelitas Descalzos pusieron dos presas para desviar las aguas de los ríos y así poder hacerla llegar a la huerta. Sin embargo, un cura de la orden Dominica, celoso mandó a los naturales a destruir los avances de los puentes; como respuesta los Carmelitas arreglaban y volvían a levantar y, cuando éstos acababan se los volvían a tirar. Fue a tal grado el problema que los Carmelitas fueron a quejarse con el superior de los Dominicos, quien terminaría castigando al cura en el Convento de Santo Domingo.
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La Sacristía |

La huerta que rodeaba parte del barrio de Chimalistac y Tenanitla parece haber sido un paisaje de ensueño, es una tarea difícil imaginar entre tantos automóviles transitando la gran Ciudad un lugar tan pacífico como éste. A pesar de ello, aún quedan rincones que nos dan una idea apenas cercana.
“Un arroyo transparente… un árbol agobiado y dobladas sus ramas por el peso de tanto fruto… un rosal con más flores que hojas”. Así describe Manuel Payno, en su viaje sentimental a San Ángel, todo lo que llamaba su atención durante su visita a la célebre huerta carmelita.
Un caudaloso río, el Magdalena -antes llamado Atlític y hoy enterrado bajo la calle: Paseo del Río-, era el corazón de la huerta.
Privadas de San Ángel
Hay mucho que queda por contar, todavía en San Ángel hay muchos secretos escondidos dentro de sus calles y es muy interesante volver a verlos contando la historia de la que alguna vez fueron testigos. Se trata de mirar con nuevos ojos lo cotidiano y dejarse sorprender como si se tratase de la primera y última vez que lo miramos.











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